El asiento debe ser ancho para que te sientes holgadamente y largo, para que apoyes los muslos casi en su totalidad, es decir, debe ser unos 3 cms más anchos que tus caderas.
El asiento debe ser amplio y acolchonado, con tamaño suficiente para que puedas apoyar los pies en el suelo protegiendo las rodillas y dejando descansar la espalda sobre la silla.
La altura de la silla de escritorio se regula accionando una palanca mediante el propio peso del cuerpo.
Normalmente está ubicada debajo de la silla.
Una silla ergonómica es la que propicia que mantengas una buena postura, para eliminar así la tensión de tu espalda, cuello y hombros.
Por sus características, disminuye la sensación de cansancio aumentando el rendimiento.
Una silla para tu contextura física es ideal para cualquier persona, hay que considerar la contextura física, el alto y el peso de quien la usará.
Párate al lado de la silla y ajusta su altura hasta que la parte superior del asiento quede justo debajo de tu rodilla.
Regula la altura para que al sentarte, el borde superior de la pantalla o monitor quede a la altura de tus ojos o un poco más abajo.
Tu cabeza y cuello deben estar en posición recta, los hombros se mantienen relajados y tus codos deben quedar pegados a tu cuerpo y doblados, para que tus brazos y antebrazos formen un ángulo recto.