La creación de un ambiente hogareño seguro es primordial para garantizar que sus pequeños aventureros puedan explorar, aprender y crecer sin los riesgos de las lesiones.
Antes de que su niño tome esos primeros pasos inestables, es crucial llevar a cabo un amplio barrido de su hogar.
Comience asegurando muebles pesados a las paredes para evitar riesgos de propina.
Use protectores de esquina en los bordes de muebles afilados y asegúrese de que todas las salidas eléctricas estén cubiertas con enchufes de seguridad.
Los gabinetes deben estar cerrados o asegurados con pestillos a prueba de niños, especialmente aquellos que contiene sustancias dañinas o rompibles.
Siempre vigile a su niño pequeño mientras se mueven.
Si necesita alejarse, incluso por un momento, asegúrese de que estén en un juego o cuna seguro donde no puedan meterse en problemas.
Participar en el juego a nivel de piso no solo fortalece su vínculo, sino que también le permite monitorear de cerca su movimientos e interacciones con su entorno.
Reevalúe regularmente su hogar en busca de peligros potenciales, ajustando las medidas a prueba de bebés según sea necesario.
Esto incluye verificar los tornillos sueltos en las puertas, garantizar que las cerraduras de seguridad sigan siendo efectivas y reevaluar qué áreas de su hogar son seguras para la exploración.