Nuestro hogar es un espacio seguro para sentirse cómodos, para desenvolverse con soltura, divertirse, descansar y poder soltar nuestras emociones de manera controlada y adecuada.
Sin embargo, esto no exenta nuestro hogar a estar expuestos a riesgos, accidentes, robo, etc.
Los incendios son uno de los siniestros más comunes y peligrosos que puedes sufrir en el hogar; ya sea por fallas eléctricas, dejar la estufa prendida, accidentes en la cocina o una fuga del tanque de gas.
La mejor forma de prevenir uno de estos accidentes es instalando detectores de humo y de monóxido de carbono, para saber con tiempo si existe la posibilidad de un incendio.
Asegúrate de instalarlos en áreas clave tu hogar: pasillos, cerca de las habitaciones, en la cocina, y otras áreas de alta exposición.
Las caídas en el hogar son una de las mayores problemáticas, ya sea por falta de correcta iluminación, una mal diseño y distribución, etc.
Es importante que tus escaleras se encuentren bien iluminadas, para hacer visibles todos los escalones; mantén los pasillos libres de objetos como cables sueltos, alfombras, muebles fuera de lugar, jueguitos, etc.
Día a día hacemos uso de la lavadora, de la secadora, de la televisión, nuestra computadora y/o celular para realizar una variedad de actividades esenciales en nuestra vida.
Por eso, tener en buen estado nuestros equipos electrónicos y electrodomésticos te permite hacer un mayor uso de ellos y evitar reparaciones o reemplazos que representen un gran gasto.
Realiza mantenimientos periódicos de tus equipos, mantenlos siempre limpios, evita sobrecargarlos de uso y nunca los dejes encendidos sin supervisión, especialmente aquellos que hacen uso de calor o conexión eléctrica como estufas, planchas, secadoras de cabellos.