Azul, símbolo de tranquilidad y estabilidad.
El azul es un color que transmite tranquilidad, además de que ayuda a calmar la mente y facilita la concentración.
Suele ser un color muy utilizado en habitaciones infantiles, ya que también estimula la creatividad de los niños.
Del mismo modo, el azul también se relaciona con la profesionalidad, por lo que se convierte en un color muy recomendado para pintar una habitación de estudio o trabajo.
Blanco, el color de la paz y la luminosidad.
El blanco siempre se ha asociado a la paz, la pureza y la bondad.
Sin duda, se trata de un color que, aplicado en una habitación, proporciona un ambiente ordenado, sereno, luminoso y limpio.
El ambiente adecuado para concentrarse para trabajar o hacer la tarea.
Verde, color de la naturaleza.
Sin duda, el color verde es uno de los que más concentración generan, ya que es el color de la naturaleza y de la vida.
Se trata de un color muy relajante, que promueve la calma y mejora la eficiencia y la concentración.
Marrón y tonos café, sensación de equilibrio.
Cuando se trata de pasar muchas horas delante de un ordenador o estudiando, se recomienda utilizar tonos marrones y café, ya que al tratarse de colores tierra, nos conectan mucho con la naturaleza, generando gran sensación de equilibrio.
Son colores neutros que fomentan la concentración y la capacidad de retención, lo que permite un mayor rendimiento.
Rosa y lila, creatividad.
Los tonos rosas y lilas son muy utilizados para fomentar la creatividad, ya que inspiran espiritualidad, fantasía y misterio.
Del mismo modo, favorecen el sueño y reducen la impaciencia.