Por ambiente de trabajo positivo entendemos lo siguiente: rodearnos de personas solidarias y positivas, establecer vínculos y relaciones personales con ellas, incluyendo la formación de pertenencia a un equipo, un ambiente agradable.
Estas cómodas condiciones de trabajo son uno de los impulsores emocionales clave del compromiso de los empleados.
Quizás la mayoría de nosotros diga inmediatamente que los empleados.
La gestión de las relaciones en el equipo es una de las tareas del líder.
El ambiente en el trabajo es consecuencia de las acciones de los empleados, de la dirección, pero también de la propia cultura empresarial.
La inteligencia emocional es fundamental para gestionar las relaciones en el trabajo.
La relación en el equipo puede ser buena, pero si sienten que uno de los miembros del equipo será percibido como especial, privilegiado, la relación en el equipo puede romperse.
Los sentimientos de injusticia conducen a conflictos.
Cada equipo tiene conflictos de vez en cuando.
La forma en que se comunica con los empleados, cómo se dirige a ellos, se convierte en la atmósfera que reina en el lugar de trabajo.
Cuando el propio líder a menudo contribuye a la creación de un ambiente nervioso, por ejemplo, a través del lenguaje de la rivalidad, es difícil crear condiciones de trabajo cómodas y construir relaciones.
Si se convierte en estándar en la empresa dirigirse a los subordinados de manera grosera a través de la gerencia, este comportamiento también puede trasladarse a otros niveles de la empresa.