No es aconsejable poner un espejo frente a la cama porque multiplica el desorden del lugar.
Esta ubicación, factiblemente, colabore para reproducir la sensación de desorden de un ambiente.
Mientras que los más supersticiosos sostiene que la razón para no poner un espejo frente a la cama es que éste se puede convertir en una suerte de portal y llamar a indeseados intrusos nocturnos, los cuales pueden ingresar al hogar mientras estamos durmiendo.
Dicen los que saben que uno de los mejores lugares donde poner un espejo es delante de la puerta, sobre todo si es de cuerpo entero.
Éste se convertirá en un recibidor de visitantes.
Las personas que ingresen al hogar lo primero que harán será confrontarse con su propio reflejo.
En él quedarán expuestas todas sus intenciones, desde las mejores hasta aquellas que intentan esconder.
Por otro lado, y en lo que tiene que ver con el diseño, recomiendan los arquitectos de interiores colocar los espejos de tal manera que jamás reflejen suciedad o desorden, pues -sin dudas, y lejos de toda cuestión mágica- atraerá lo mismo a su vida.
Los espejos pueden apoyados sobre mesas, cómodas o simplemente el suelo.
El espejo, siempre, tiene un efecto multiplicador, tanto para lo bueno como para lo malo.
Este artefacto posee un manejo de energía potente.
A tal punto que, durante años, fueron utilizados en varios tipos de rituales.
Al día de hoy, mucha gente usa a los espejos como un producto capaz de cambiar el clima y la energía del hogar.