La sansevieria es una de las plantas preferidas por la NASA debido a que produce mucho oxígeno, además de reducir el formaldehído, el benceno y el tricloroetileno. El espatifilo elimina gran parte de estas sustancias, ataca con más severidad al xileno o el tolueno, así como con restos de alcoholes, acetona y benceno. El arma secreta del potos es que es capaz de eliminar tres tipos de tóxicos: el formaldehído, el xileno -que provoca dolores de cabeza, vómitos y náuseas- y el benceno -que nos provoca fatiga, mareos y taquicardias-. La planta de jade trae prosperidad y la abundancia, alivia las tensiones y restablece el equilibrio y la paz. Riégala varias veces por semana y di adiós al ibuprofeno. La aralia disminuye los síntomas de la alergia y alivia los catarros. El aloe vera es el botiquín perfecto para heridas, basta con partir una de sus hojas y aplicar el gel de su interior sobre la herida. La filodendro mantiene a raya los dolores de cabeza, la pérdida de concentración y la somnolencia. Además, ayuda a aumentar la productividad y purifica el ambiente.