El cuidado del medio ambiente es esencial para mantener nuestro planeta en condiciones habitables.
El estado de la biodiversidad, aunque no lo creas, afecta directamente tu salud, tu bienestar y a las generaciones futuras.
Los recursos naturales son finitos.
El uso irresponsable de ellos puede poner en riesgo a las generaciones futuras.
Agua potable, aire limpio, suelos fértiles, combustibles y minerales podrían escasear en el futuro tornando la vida supremamente difícil, o incluso, imposible.
La conservación de la biodiversidad es fundamental porque mantiene ecosistemas esenciales para la producción de alimentos, la calidad del agua, la regulación del clima e, incluso, el control de plagas.
Mantener el medio ambiente en buen estado se relaciona directamente con la salud pública.
Una mala calidad de agua y aire podría generar graves enfermedades en los seres humanos.
Además, los ecosistemas saludables pueden funcionar como una barrera natural para evitar la propagación de virus y bacterias.
Proteger ecosistemas como bosques y océanos ayuda a mitigar el impacto del cambio climático porque ellos disminuyen el exceso de CO2 en la atmósfera.
En consecuencia, se reducirían los fenómenos naturales extremos que ponen en riesgo la vida de tanta gente.
Por otro lado, el uso responsable de recursos naturales puede favorecer el bienestar económico y social.
Se debe a que muchas industrias dependen de ellos, como la pesca, la agricultura, el turismo, la silvicultura, entre otras.
En ese sentido, la degradación ambiental podría afectarlas y generar consecuencias negativas en la economía global.
Así que el cuidado del medio ambiente es supremamente importante para todos los aspectos de la vida.
Cabe aclarar que los mencionados anteriormente son solo algunos de los motivos por los cuales proteger nuestro planeta debería ser una acción de la cotidianidad.