Esto puede lograrse a través de la ubicación de los muebles y también por medio de la elección correcta de la paleta de colores.
Los crema y los celestes son los preferidos para convertir un espacio interior pequeño en uno que aparente ser más espacioso, ya que los colores claros dan la idea de estar frente a un espacio abierto.
Si la habitación tiene molduras u otros ornamentos de este tipo, lo mejor es pintarlos de un color más claro que las paredes.
Y, por favor, olvídate de los colores oscuros en una habitación pequeña porque la harán lucir mucho más sofocante, limitada y lúgubre.
La luz artificial también puede ayudar.
Colocar luminarias artificiales que brinden mucha luz y luzcan alegres y novedosas.
Colocar luminarias en el exterior de las ventanas también, para que esa luz ingrese a la habitación y la conecte con el espacio de afuera, logrando una unidad lumínica se logra también ampliar visualmente el ambiente.
No hay nada que haga lucir un pequeño a una habitación que tenerla abarrotada de cosas.
Si están bien ordenadas, el espacio visual parecerá más abierto (en realidad así será) y como consecuencia la habitación se verá más grande.
Lo mejor es poner en práctica estos tips para engañar a la vista y que la habitación luzca verdaderamente más grande.