Blanco es el color para casa por excelencia.
Es capaz de reflejar hasta un 80% la luz y aparentemente da sensación de amplitud.
Para interiores es el color más versátil, puesto que puede garantizar que todo mobiliario, adorno, o detalle decorativo, combina a la perfección;
pero sí el que buscas es maximizar la luz que entra en tu casa, entonces procura mantener una armonía entre la pintura blanca de tus paredes con colores claros en el resto de tu hogar.
La pintura color beige o arena es muy versátil a causa de su sensibilidad a la luz que hay en los interiores, es decir, la sensación que produce cambia con el tipo de luz.
Si tus habitaciones cuentan con luces cálidas, entonces la pintura de tus paredes transmitirá un ambiente acogedor.
Los colores grises claros son tonos fríos, capaces de crear entornos elegantes, minimalistas, y además intensifica el efecto de la luz.
Combínalo con una decoración que incluya muebles de color blanco o de madera y tendrás como resultado una decoración encantadora.
El tono azul es versátil, práctico y además gana profundidad donde se coloque.
El verde alude a la naturaleza y también proporciona tranquilidad.
Si lo usas en paredes, juega con otros elementos verdes decorativos, el resultado será un espacio lleno de vida y mucha frescura.